sábado, 22 de enero de 2011

CON SER PARECIDO NO ALCANZA ...

NOTA EXTRAÍDA DE PÁGINA 12 EN SU EDICIÓN DEL 22/01/11
Opinión

Lulamanía

Por Washington Uranga
La figura del ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva se ha convertido para los políticos de la oposición argentina en una especie de talismán al que todos quieren aferrarse. No sólo lo mencionan sino que lo interpretan. Eduardo Duhalde logró un prólogo del ex presidente para su libro de campaña, apoyado en la relación personal que ambos tuvieron durante la gestión que el ahora precandidato presidencial del peronismo federal tuvo en la Secretaría del Mercosur durante el gobierno de Néstor Kirchner. El chubutense Mario Das Neves no duda en exhibir su presunto parecido físico con Lula como un éxito personal y como si ello fuese el resultado de una trabajosa construcción política. Y pretende hacer creer que de esa similitud de imagen se puede desprender una afinidad ideológica. Elisa Carrió –que no puede argumentar parecido físico con el ex presidente brasileño– elogia a Lula por haber “construido un país de clase media” y omite maliciosamente que muchos de los aciertos que se le atribuyen al ex mandatario brasileño surgen de la aplicación de orientaciones políticas y económicas que, en líneas generales, son muy similares a las que han puesto en práctica en Argentina primero Néstor Kirchner y luego Cristina Fernández. Parece ser que lo que afuera es bueno y se destaca como acierto, cuando se hace en territorio propio no merece serlo tanto.
A falta de ideas propias y de modelos accesibles –y que puedan resultar útiles con fines de campaña electoral– seguramente los precandidatos creen que mencionando a Lula como ejemplo o presentándolo como modelo podrán recibir algún derrame del 87 por ciento de popularidad que acompañó al ex presidente brasileño en el momento de traspasar el mando a la actual mandataria, Dilma Rousseff.
Habrá que advertirles a todos ellos que en política los méritos ajenos no suelen aportar al capital propio ni agregar prestigio por transición. No porque Lula no sea un ejemplo –que sin duda lo es– sino porque también es cierto que puesto a hacer política, el ex presidente puede ser amable con muchos dirigentes argentinos, pero es claro que sus apoyos y afinidades están dirigidos a quienes hoy conducen el país. Porque tanto él como sus asesores también hacen análisis, conocen las encuestas y construyen escenarios de futuro para saber quiénes son los que tienen posibilidades reales de gobernar la Argentina.
Otro tema no menor. Los candidatos argentinos de la oposición no dejan de rendirles pleitesía a los grupos económicos multimediales convencidos de que eso les allana la ruta hacia el poder. Alguien tendría que advertirles que ése no fue el camino de Lula, que llegó al Palacio de Planalto a pesar de la oposición sistemática de los grupos multimediales que también existen en Brasil y a los que combatió con los medios a su alcance.
Se podría decir que la utilización de Lula como estandarte de campaña por parte de la oposición tiene el mismo valor y significación que las efigies del Che estampadas en las remeras de los jóvenes argentinos de clase alta que se pasean en las playas y en los boliches de onda de Punta del Este.
 

DISCRIMINACIÓN SEXUAL

 
NOTA EXTRAÍDA DE PÁGINA 12 EN SU EDICIÓN DEL 22/01/11
Prohíben a una mujer ingresar al natatorio con un short de varón

Una pileta donde rebalsa la discriminación

Ocurrió en un camping de La Reja. La mujer recurrió al Inadi y recién entonces la dejaron entrar, pero pusieron un cartel en el que aclaraban que “se le permite ingreso por su condición de lesbiana en las condiciones que no corresponden”.

Por Emilio Ruchansky
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La encargada del camping colocó un cartel en el que explica por qué hicieron una “excepción”.
El fin de semana pasado, veinte integrantes del colectivo de lesbianas y mujeres bisexuales La Fulana se fueron a La Reja, en el partido bonaerenses de Moreno, y armaron sus carpas a la vera del río Reconquista, dentro del Camping Club de Cascallares. “Un lugar hermoso”, según le contó a este diario una de ellas, Claudia Mabel Soria. El mismo día que llegaron, el viernes, fueron hasta la pileta del club. Algunas llevaban bikinis de dos prendas; otras, como Soria, un short y el corpiño de la malla. A las últimas no las dejaban entrar porque la vestimenta no era “totalmente femenina”. Insistieron. Como había poca gente, las autoridades hicieron una excepción a la regla no escrita y sexista por donde se la mire. Al otro día, Soria y sus amigas no tuvieron tanta suerte.
“El sábado no nos dejaban entrar porque había más público y querían respetar ‘el ambiente familiar’. La mayoría de las chicas que tenían shorts de baño masculino se fueron, yo me quedé y protesté. Terminamos llamando al Inadi (Instituto contra la Discriminación) y entonces en el camping me pidieron el nombre y el DNI y armaron un cartelito para que todos supieran que se hacía una excepción conmigo. Cuando pasé, el bañero me dijo que ‘eso del matrimonio gay es para zurdos, yo me lo paso por el culo’ y después le empezó a mostrar el cartel a todo el mundo, fue terrible”, recordó Soria.
El cartel en cuestión deja asentado que la administración permite la entrada de Soria “en contra de su reglamento” porque así lo “obliga y exige” Claudia Castro, coordinadora el Programa de Diversidad Sexual del Inadi y referente de La Fulana. Y abunda en explicaciones para el resto de los asistentes: “Se le permite ingreso por su condición de lesbiana en las condiciones que no corresponden por tener la misma un short cuando a toda persona del sexo femenino se le prohíbe la entrada por el mismo motivo”.
El camping promociona valores como la solidaridad, la cooperación, la tranquilidad, el trabajo en familia, la amistad, la preocupación por los demás y el afecto. Poco de esto se trasluce en las palabras de la redactora del cartel, la encargada del lugar, Mónica Gutiérrez. “Yo no soy discriminativa, para nada”, se atajó la mujer al ser consultada por Página/12. “Pasa que si les permito entrar en shortcito, todas van a querer entrar así y a la gente no le gusta. El punto es que hay que tener una conducta y ellas no lo entienden”, dijo Gutiérrez.
Según la encargada, la medida restrictiva es “por si hay una inspección” y si los inspectores le preguntan por qué dejó entrar a mujeres con short de baño, ella tendría que dar “demasiadas explicaciones”. En el fondo, para Gutiérrez, lo de Soria y sus amigas es un mal ejemplo. “Si ellas pueden, todas las mujeres que no se depilaron o les queda chica la malla, van a querer usar short. Si hago la excepción estoy discriminando. El reglamento dice que se entra en traje de baño”, agregó Gutiérrez.
¿Pero el short no era una malla? “Sí, pero de hombre. ¿Qué tengo que hacer? Poner en el cartel: ‘Las mujeres tienen que entrar con traje de baño femenino’. Lo hago y listo”, respondió la encargada. A Soria no le sorprendieron todas estas contradicciones. En primer lugar, ayer aseguró que no aprendió a nadar porque en todas las piletas le exigen lo mismo. Y además, también se esconde un problema que excede a su elección sexual: “El tema es que una tenga la posibilidad de mostrar o no la cola, tan simple como eso”, observó.
Muchas de sus amigas y compañeras se fueron el domingo, aunque todas planeaban quedarse hasta el lunes. Soria soportó hasta el final. “El domingo pude entrar con ese cartel que decía por qué me dejaban entrar a la pileta pegado por todas partes. El bañero me dijo: ‘Ustedes se autodiscriminan’. Me dio mucha bronca, lloré mucho, fue horrible”, recordó Soria, que cada día debió pagar los 20 pesos para usar una pileta que no terminó de disfrutar. “Esto lo viví toda mi vida –concluyó–, uso short porque me siento más cómoda, nada más.”
Claudia Castro, de La Fulana, recordó un caso similar ocurrido en Las Termas de Colón, Entre Ríos, en agosto del 2009. Ella era la coordinadora del viaje y el motivo de la discriminación fue el mismo. “Son mujeres vestidas de varón”, les dijeron. “Sabemos que va a seguir pasando, son varias las compañeras que sufrieron esto pero pocas denuncian. Por eso en la última reunión de La Fulana repartimos formularios de denuncia del Inadi para la próxima. Todas las personas deben tener la opción de ir al mar o una pileta vestidas de la forma que prefieran”, dijo la activista.
En el Inadi ya se prepara una recomendación general para los lugares turísticos, que sería enviada en quince o veinte días. Según comentó anoche María Rachid, la vicepresidenta del Inadi, están haciendo un dictamen por el caso de Soria para que pueda, si así quiere, demandar por daños y perjuicios al camping de Moreno y su pileta plagada de sexismo.
 

jueves, 20 de enero de 2011

SOBRE LA IMPORTANCIA DE LAS ORGANIZACIONES DE DESOCUPADOS Y LAS MUJERES PARTICIPANTES

NOTA EXTRAÍDA DE PÁGINA 12 EN SU EDICIÓN DEL 20/01/11
Cambios subjetivos en mujeres que integran organizaciones sociales

“Yo era más escondida”

Al presentar los resultados de un extenso estudio de campo, la autora muestra cómo la intervención en organizaciones de desocupadas/os modificó las posiciones subjetivas de las mujeres participantes; el trabajo incluye testimonios conmovedores.

Por María Laura Raía *
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El Movimiento de Trabajadores y Trabajadoras Desocupados/as de Mendoza tuvo un protagonismo fundamental durante la crisis del 2001. Luego de 2003 desapareció como tal, pero las organizaciones de desocupados que formaron parte del mismo continuaron reconfigurándose, buscando nuevos caminos de acción. Participó gran cantidad de mujeres que fueron ganando protagonismo y se apropiaron de las organizaciones como un espacio que trascendió la lucha por la subsistencia. Las prácticas y experiencias de participación, protagonismo y conformación de espacios grupales posibilitaron la transformación de ciertos rasgos de la subjetividad de sus participantes mujeres. Nos proponemos presentar cómo se produjeron estos procesos de cambio en dos organizaciones de desocupados de la provincia de Mendoza: Asociación de Trabajadores Desocupados de Godoy Cruz (Atdgc) y Casita Combativa (CC).
Las organizaciones se convirtieron para los sujetos no sólo en una herramienta para satisfacer sus necesidades básicas, sino también en un lugar de encuentro, de pertenencia, que robusteció su identidad. En el proceso de construcción de una identidad auténtica –es decir, una identidad con conocimiento de sí, de la historia, del otro, configurada al calor de las prácticas– las organizaciones de desocupados se convirtieron en facilitadoras-posibilitadoras de cambios en las participantes; una forma de funcionamiento que posibilitó la toma de decisiones en forma directa, la realización de actividades y vínculos con otras organizaciones y la experiencia de lucha: construyeron espacios grupales de trabajo y encuentro que se convirtieron en herramientas posibilitadoras de procesos de cambio subjetivos y también colectivos.
De acuerdo con Edelman y Kordon (“Subjetividad en el fin de siglo”, en revista La Marea Nº 11, Buenos Aires, 1998), “una posición activa, implementada colectivamente en la transformación de la realidad que vivimos, juega un papel fundamental en la resolución de la crisis personal, produciendo un verdadero reapuntalamiento en la subjetividad. Esta posición activa puede ayudar a construir nuevos apoyos, ya que el grupo y la tarea que éste se propone en el plano de la práctica social sirven de sostén al psiquismo en riesgo de desestructuración. Hay un cuerpo grupal que lo sostiene, lo reconoce como parte de sí, funciona como marco de apoyatura de una identidad, otorga y asegura pertenencia frente a la indefensión permitiéndole participar simultáneamente en un espacio creativo y transformador en relación al mundo externo. Se desarrollan nuevas capacidades del yo, que incluyen, entre otras, la capacidad de comprender más abarcativamente la inscripción personal en el contexto social, de aumentar la tolerancia a la frustración, de transformar la impotencia en potencia”.

“Por ejemplo, pelear”

Las participantes de estas organizaciones compartieron tareas de diversa naturaleza que les posibilitaron romper con una cotidianidad frustrante. La trama vincular, personal, afectiva y política que mutuamente construyeron, en tanto “compañeras”, generó un fuerte sentido de pertenencia y vigorizó su identidad. La génesis de la organización se enlazó con el reconocimiento del problema común de la falta de trabajo y el conjunto de acciones directas que comenzaron a agregar a sus miembros a partir del reclamo unificado por empleo y comida. La experiencia de lucha en los piquetes, las ollas populares, las demandas en el espacio público por el acceso a planes sociales, fueron los hitos que rompieron un modo de vivir cercado y recluido en el espacio doméstico para tornarlo “cosa pública”. Al calor del proceso comenzó el reconocimiento de aquello en común que tenían sus trayectorias personales.
“Me gusta porque uno puede conseguir muchas cosas, nosotros nos propusimos una meta y lo logramos. Aprendí también que por ejemplo pelear..., peleábamos porque creíamos en una cosa.” (Entrevistada Lorena, Atdgc, 2007.)
“Aprendí que podés seguir, no hace falta de que vengan y te den nada, ni estés pretendiendo. No, yo lo que tengo, lo tengo porque me costó, porque tuve que salir a pelear, porque fue difícil. Y las personas que teníamos al lado... las personas que teníamos alrededor, realmente te van enseñando, vas mirando a otro costado y te das cuenta de que podés salir.” (Entrevistada Ana, Atdgc, 2007.)
Al mismo tiempo que se rompió una cotidianidad centrada en la sobrevivencia familiar, se conformó una cotidianidad sedimentada en la disputa comunitaria por la subsistencia. La vida social comenzó a tener un nuevo eje, la organización, en el cual las tareas habitualmente realizadas por las mujeres cobraron visibilidad, valor social y político.
En el interior de las organizaciones se verificó una división de tareas en las que las mujeres se enrolaban por sus capacidades y habilidades personales, autogestionadas en relación con objetivos discutidos democráticamente. A estos grupos, que se organizaron en torno de una tarea específica en las organizaciones, los denominamos “subgrupos de sostén en lo laboral”: se conformaron en función de las capacidades personales que cada uno de sus miembros puso al servicio del conjunto y de las necesidades de la comunidad próxima y la organización de pertenencia. La revalorización de las tareas impuestas social y culturalmente a las mujeres –el sostenimiento de la reproducción familiar: alimento, vestido, resguardo–, ahora ejercidas para la consecución de otros objetivos, permitieron una profunda valorización de sí mismas y de sus compañeras y la puesta en común de sus saberes en un proceso de autorreconocimiento.
En la Casita Combativa, las tejedoras realizaron un trabajo de “ropero”, en el que la actividad de dar abrigo fue a la vez la de reunión y discusión de las acciones. Un segundo grupo de mujeres encaró la vinculación con otros, organizaciones, instituciones y vecinos, poniendo sus potencialidades de comunicación y relacionamiento a fin de hilvanar una red de solidaridades hacia afuera. El tercero de los grupos se ocupó de garantizar el alimento; aquí se desarrollaron estrategias para conseguir materias primas, producirlas y venderlas, y los ingresos que generaron fueron el motor que potenció la realización de otras acciones conjuntas.
“Claro, antes una no tenía con quién hablar o a dónde ir o cómo va a hablar o cómo preguntar. Y ahora no, eso sí me ha servido a mí porque yo ya he aprendido mucho. Porque antes iba a la Casa de Gobierno, yo no sabía ni cómo entrar ni qué decir, porque a uno le da un poquito de miedo. Así que ya aprendí, ahora no tengo miedo, ahora voy y entro, y si tengo que preguntar tengo que preguntar.” (Entrevistada Guillermina, CC, 2007).

“Cielo y tierra”

Las actividades realizadas por las mujeres del centro de Godoy Cruz tendieron hacia la resolución de sus necesidades por la exigencia activa de fuentes de trabajo y el fortalecimiento del comedor comunitario, espacio donde constituyeron la trama de solidaridades y reconocimiento entre sus miembros. La olla popular y el comedor se instalaron como eje de articulación entre sus participantes y pautaron como estrategia principal la de su aprovisionamiento; por tanto, sus acciones se concentraron en la búsqueda activa de “solidaridad” hacia fuera. A diferencia del caso anterior, el contexto de pauperismo y marginalización estructuró las prácticas de este grupo, como una estrategia de salida, que colocó en un lugar de privilegio la búsqueda activa de empleo y sustento en otros ámbitos, no comunitarios.
“Sí, nos juntamos a charlar, nos juntamos a ver las cosas que hemos podido hacer, a conocer, nos proponemos ‘Mirá, vamos a ver si conseguimos...’, y revolvimos cielo y tierra hasta que conseguimos esta posibilidad de servirles la media tarde a los chicos. Nos juntamos y vemos cómo buscar.” (Entrevistada Ana, Atdgc, 2007).
“Y con todos lo estamos haciendo, siendo que nos pueden ayudar con un puesto en la municipalidad, y bueno, metemos obvio mujeres, porque ahí en el comedor, somos todas mujeres.” (Entrevistada A, Atdgc, 2007.)
Estas mujeres lograron proyectarse al mundo externo al modificar la percepción que tenían sobre sí mismas: de amas de casa silenciadas a “luchadoras”, “piqueteras”, “delegadas”, “responsables”, “militantes”, modificando sus prácticas y performando sus acciones. Se tornaron agentes del proceso interaccional, mediado por tareas que adquirieron nuevos sentidos y que dieron luz a nuevas capacidades y potencialidades. A esto dio lugar la constitución de los grupos como espacios de pertenencia donde las mujeres pudieron hablar sin coacciones sobre sus problemas y experiencias vitales, al compartir el mismo lenguaje y acervo experiencial de su situación de género. Así lo personal se tornó político, lo privado se trocó en público, la resistencia individual se tornó acción colectiva.
“El martes nos juntábamos, en la mañana, a charlar, a conversar, a contar nuestros problemas, de los chicos, de lo que pasábamos, con los maridos..., porque se tocaban muchos temas y, como decíamos nosotras, ‘Estamos entre nosotras, estamos en confianza’.” (Entrevistada Silvina, Atdgc, 2007.)
A partir de este encuentro e integración en un nuevo ámbito de pertenencia comenzaron a manifestarse la desigualdad de clase y las diferencias de género, lo cual dio lugar a la revisión crítica de la propia historia personal. El grupo actuó así como sostén de aprendizaje y comunicación identitario.
“En la casa, hasta defenderse uno no sabe, pero cuando uno ya sale afuera y aprende a comunicarse con la gente, ya uno tiene una charla, ya hablás con otra, y con otra, ya aprendés a desenvolverte un poco mejor, a defenderte, bah, eso es lo que he aprendido.” (Entrevistada Luciana, CC, 2007.)
“Aprendí a valorarme yo misma porque hasta ese momento yo no sabía.” (Entrevistada Erica, CC, 2007.)
“He aprendido mucho acá, a valorizar mis amistades, a hacer de amistades, he aprendido a dialogar mejor con la gente, a acercarme más a la gente, porque era como que yo era más escondida, como que no dialogaba mucho con la gente, no me juntaba, eso ha sido hasta ahora, todas mis amistades están acá en el comedor.” (Entrevistada Silvina, Atdgc, 2007.)

“Muchos pesares”

Los recorridos vitales de las mujeres de ambos grupos estuvieron permeados, desde su infancia, por carencias materiales estructurales, el abandono socioinstitucional y la violencia en su sentido más amplio y profundo, macro y micro social, material y simbólico. Las huellas que estos padecimientos dejaron sobre ellas definieron los testimonios más desgarradores del lugar social y de género asignado, y de las frustraciones que emanan de la vida cotidiana. La pérdida y el abandono se conformaron en los sentimientos predominantes de una subjetividad instada constantemente a sobreponerse o perecer, al mismo tiempo que mostraban la hondura del proceso de exclusión social.
“Sí, nos divertimos. He pasado muchos pesares cuando mataron a mi hijo, me han clavado una estaca en el corazón, mucho pesar, mucho pesar, a mi marido también fallecido... Muchas penas, ahora se está mejor. Acá charlamos, discutimos, nos reímos.” (Entrevistada Luciana, CC, 2007.)
“Había sido hace poquito que habían matado a mi hijo. Yo estaba con un estado depresivo muy mal y acá me pudieron contener porque... el Federico tanto como el Diego me han ayudado muchísimo.” (Entrevistada Erica, CC, 2007.)
“Tengo doce hijos, seis fallecidos, dos mataron en el barrio... Yo estoy con pesar por eso, treinta y un años tenía mi hijo... Por eso vengo acá, uno charla, se ríe, no nos aburrimos.” (Entrevistada Luciana, CC, 2007.)
Los grupos conformados en cada organización actuaron como sostén de pérdidas y pesares, a partir de la necesidad de contención, apoyatura y fortalecimiento de cada una de sus participantes.
“Hay personas que vienen como distracción, se distraen, el ratito que ellas vienen acá se distraen porque tienen problemas en la casa, vienen acá, vienen a distraerse un rato. Alguna gente lo toma así, que acá venís y hablamos cosas de nosotras.” (Entrevistada Erica, CC, 2007.)
“Y yo cualquier problema que tengo, a veces vengo y les digo ‘Mirá, me pasa esto’, te digo que la semana pasada andaba remal, viste, cuando andás mal...” (Entrevistada Silvina, Atdgc, 2007.)
La mayoría de ellas se encontraron en soledad para enfrentar el desarraigo, la falta de trabajo, los problemas de salud, la deserción y el fracaso escolar de sus hijos, la pérdida de sus seres queridos por hechos de gatillo fácil, por peleas en el barrio y condiciones precarias de trabajo e inseguridad laboral.
“... El padre lo mandaba todo el día a trabajar con el carro, lo esperaba afuera de la escuela con el carrito y ‘Andá a juntar cartón y botellas’, se dan cuenta. Y yo siempre le decía: ‘No lo mandes a la calle y si no andá a vigilarlo, fijate que los chicos en la calle empiezan a juntarse, con uno, con otro’, no, y bueno, así llegó como está ahora, perdido en la droga, en las malas amistades, no sé en realidad si roba o no roba, ya hace un año que no vive conmigo, ya está por cumplir los 19, pero con ese chico pasé de todo, de todo, lloré hasta lágrimas de sangre.” (Entrevistada Silvina, Atdgc, 2007.)

“Otras personas igual que yo”

Las organizaciones, como grupos de sostén múltiples, también permitieron una perspectiva crítico-política del padecimiento individual.
“Ah, charlando, sí. Entre compañeras charlamos una cosita, otra cosita... Yo una cosa sé, ella también otra cosa y se va contando...” (Entrevistada María, CC, 2007.)
“Dale a la cabecita pensando..., por lo menos yo me encerraba. Pero nos juntamos, entre las compañeras. Trabajar en grupo también me hizo bien porque antes yo siempre trabajé sola, los trabajos míos siempre fueron solos y después ya me dediqué a trabajar en grupo y eso es lo mejor.” (Entrevistada Erica, CC, 2007.)
“Así que es mucho lo que se necesita realmente acá en la casa. Mucha tolerancia, saber manejar a la gente, porque hay gente que viene y no sabe para dónde disparar, hay mujeres que son muy hurañas, que les parece todo negativo, los otros días me decía una viejita que viajó con nosotras al Encuentro, que había sido el Día de la Madre, nos dice: ‘No sé para qué vine a este mundo..., por qué estoy viva’, o sea, les va tan mal en la vida, y bueno, ahí empezamos a charlar, le dijimos que el destino también uno lo tiene que buscar, y la charlamos, porque hay veces que no sabemos qué hacer, que se va a matar, que se va a pegar un tiro, no sabemos qué hacer con esta mujer. Se siente tan sola realmente y cuando viene acá, bueno, se le pasa. Porque yo le empiezo a charlar y le hablo, le hablo y le hablo, como que le hago ver otra forma de vida.” (Entrevistada Mariana, CC, 2007.)
“Lo que pasa, mirá a mí me sirvió mucho. Ocho años que me quedé sola con mis hijos, quedé con un plan, quedé muy mal y realmente con los cinco me fue muy difícil salir adelante... para mí se me había terminado el mundo, quedarme sola con cinco chicos fue tan feo y verme en esa situación, y bueno, de ahí conseguí el plan, de ahí salí a ver que habían otras personas igual que yo y sabía que se podía salir adelante, pero también lo aprendí acá.” (Entrevistada Ana, Atdgc, 2007.)
Las experiencias de las mujeres en sus organizaciones, los vínculos que se gestaron entre ellas, las relaciones de solidaridad, la posibilidad de aprendizaje, la elaboración de estrategias que les permitieron pensar, reflexionar y desnaturalizar diferentes situaciones, consolidaron la valoración de sí mismas, sus prácticas y experiencias desde un lugar protagónico. En concordancia con el planteo de Ana Quiroga (Crisis, procesos sociales, sujeto y grupo, Ediciones Cinco, Buenos Aires.1998), los grupos generados en la crisis plantearon una alternativa a la frustración, al dolor, a la soledad por la que atravesaron las participantes en su vida cotidiana. En estos espacios elaboraron sus pérdidas y lograron preservar su yo, fortaleciendo una identidad ligada a sus necesidades; desarrollaron potencialidades y capacidades (anteriores y nuevas) a través de un “hacer” creativo y valorizante, superando la fragmentación e individualización que hegemoniza la vida social. Las organizaciones, en algunos casos, posibilitaron la construcción de una “conciencia crítica”, definida por Enrique Pichon-Rivière como el reconocimiento de necesidades propias y de la comunidad a la que se pertenece, conocimiento que va acompañado de una estructuración de vínculos que permitan resolver esas necesidades.
* Texto extractado del trabajo “Mujeres, organizaciones e identidad. Entre el fortalecimiento y las contradicciones”, publicado en la revista Temas de Psicología Social, Nº 28, diciembre de 2010.
 

lunes, 17 de enero de 2011

ATAQUE SEXUAL COMO DELITO DE LESA HUMANIDAD

NOTA EXTRAÍDA DE PÁGINA 12 EN SU EDICIÓN DEL 17/01/11
Dos represores fueron detenidos en el juicio de Mendoza por violaciones a prisioneras

Ataque sexual como un delito de lesa humanidad

Las violaciones a las prisioneras eran consideradas “hechos eventuales” y por lo tanto prescribían. Desde el año pasado, al comprobarse que se trataba de una práctica sistemática, se las ha equiparado a otras torturas.

Por Mariana Carbajal
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Silvia Ontiveros, Luz Faingold y Rosa del Carmen Gómez, víctimas y testigos.
Dos policías retirados que integraron el D2, el centro de detención y torturas de la ciudad de Mendoza en la última dictadura militar, fueron detenidos y encarcelados, tras ser denunciados en el juicio por crímenes de lesa humanidad que se sigue en la capital provincial por una testigo que los señaló como quienes la violaron de modo reiterado durante los nueve meses que estuvo presa en la cárcel clandestina que funcionaba en la Central de Policía de la calle Belgrano. Uno de ellos trabajaba actualmente en el planta verificadora de autos que maneja la fuerza. “Me manoseaban en la celda, me violaban”, contó Rosa del Carmen Gómez. Ella y otras dos testigos más del juicio, Silvia Ontivero y Luz Faingold, relataron, con mucho dolor, haber sido violadas salvajemente durante su permanencia en el D2. “Soportamos todo tipo de torturas, pero quizá la más horrorosa fue que por la calidad de mujer me violaron varias veces al día cuanto señor estaba de turno”, declaró Ontivero y recordó con “horror” cómo otra de las detenidas, que estaba recién operada, también fue vejada sexualmente. “Hasta hoy recuerdo sus sollozos diciendo que era virgen y entonces hicieron una violación contra natura”, dijo Ontivero, que tiene hoy 60 años y llegó desde Chile, donde vive, para testificar (ver aparte). Faingold era menor de edad cuando fue detenida y violada: tenía 17 años recién cumplidos.
“Esas violaciones ocurrían muchas veces, 10, 15 o 20 por día. Hay compañeras a las que las violaban cada media hora”, explicó otro de los testigos, ex detenido desaparecido, Fernando Rule.
Como ya salió a la luz en otros juicios por los delitos de lesa humanidad cometidos, cada vez con más detalles queda en evidencia que “las violaciones sexuales se produjeron en todos los centros clandestinos en forma sistemática”, destacó la abogada querellante del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Viviana Beigel. Para el abogado Pablo Salinas, también querellante del MEDH, las detenciones de los dos policías marcan un punto de inflexión entre la impunidad y la justicia: “Antes había impunidad total llegando al punto de encontrarse varias víctimas con sus abusadores en lugares de la policía donde tenían que hacer trámites”, apuntó a este diario.
El debate oral comenzó el 17 de noviembre. El martes último retomaron las audiencias, que no fueron suspendidas por la feria judicial. Son querellantes el MEDH, el gobierno provincial y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Es el primer juicio por delitos de lesa humanidad en la capital mendocina. Entre las mujeres que ya declararon, tres de ellas, Gómez, Ontivero y Faingold, manifestaron haber sido violadas. Otros dos testigos varones declararon haber tomado conocimiento de esas prácticas. “La parte más horrible de las torturas fue la forma en que el personal del D2 usaba la violencia sexual como método de tortura, porque la golpiza y la picana dolían, pero pasaban, pero el temor es otra cosa, es la impotencia de saber que pueden hacer con uno lo que quieran, incluso humillar, y eso hicieron con las violaciones. A mi mujer la violaban a metro y medio de mi celda. Un día me hacen tocarla para que viera que estaba colgada, desnuda, y hacen obscenidades y las relatan. Esas violaciones ocurrían muchas veces, 10, 15 o 20 por día. Hay compañeras a las que las violaban cada media hora”, contó Rule, y aseguró que una chica cordobesa que estaba frente a su celda “fue muy torturada y particularmente violada”. Rule fue el primer testigo del juicio. Su detención se produjo el 9 de febrero de 1976. Por entonces, estaba en pareja con Ontivero. Sus detenciones fueron simultáneas. Ella era delegada de ATE. “Ingresé embarazada al D2, pero lo perdí por la tortura y las violaciones”, contó ante el Tribunal Oral Federal Nº 1 conformado por los jueces Antonio González Macías, Alejandro Piña y Héctor Cortés. Fue en la audiencia del 20 de noviembre. De los golpes que recibió también le partieron la nariz. Ontiveros estuvo unos 18 días en el D2. Después pasó a la cárcel de Devoto y recién salió en libertad en 1982.
El 9 de diciembre declaró Rosa del Carmen Gómez. Fue detenida el 1º de junio de 1976. No era militante de ningún partido. Al parecer, la habían confundido –dijo– con una “jefa guerrillera”. Su extenso relato también da cuenta de las terribles violaciones sexuales que sufrió durante su cautiverio, que se prolongó por nueve meses. A partir del testimonio de Gómez, que identificó a sus violadores, se produjeron las detenciones de los policías retirados. “González y Lapaz, junto a Bustos Medina (ya fallecido), fueron los que más me violaron y me torturaron. Lapaz y González están vivos, y uno de ellos, Lapaz, trabaja en la planta verificadora de autos en Las Heras”, afirmó. Lapaz y González no estaban entre los acusados en el juicio. Los imputados son Tamer Yapur, Paulino Furió, Eduardo Smaha, Luis Rodríguez Vázquez, Celustiano Lucero, Dardo Migno y Juan Agustín Oyarzábal. En un principio también estaban siendo juzgados Juan Pablo Saa, que luego fue apartado (porque a los pocos días del inicio del debate oral sufrió un ACV y quedó en coma) y Osvaldo Fernández, que también fue separado por tener otra enfermedad grave.
El abogado Salinas, querellante por el MEDH, recordó que Rosa Gómez ya había brindado testimonio de las vejaciones sufridas en la D2, una vez que recuperó su libertad, ante el entonces fiscal Otilio Roque Romano. “Romano no sólo no hace nada con respecto a los abusos sufridos por ella sino que además la acusa de subversiva a los términos de la Ley 20.840, en base a declaraciones obtenidas bajo tortura y violación”, señaló Salinas. Romano es actualmente integrante de la Cámara Federal de Mendoza: está acusado como partícipe secundario en sus tiempos de fiscal –entre 1975 y 1976– en 94 hechos de privación ilegítima de la libertad, torturas y desapariciones. Presentó su renuncia en diciembre, pero todavía no le fue aceptada por la presidenta Cristina Fernández.
Las detenciones de los policías retirados ocurrieron el 27 de diciembre último, pero se conocieron recientemente. Héctor Lapaz y Miguel González fueron apresados por orden del juez federal Walter Bento, a pedido del fiscal del juicio Dante Vega, quien el mismo 9 de diciembre había solicitado la detención de ambos. Están acusados por violación agravada, tormentos y privación ilegítima de la libertad, todos en carácter de delitos de lesa humanidad. Se abstuvieron de declarar. Sus defensores pidieron la excarcelación, que fue rechazada, y quedaron en prisión. Apelaron. La Cámara Federal debe resolver sobre su situación.
El martes último, cuando se reanudó el juicio después de un par de semanas de receso, otro testigo, Eugenio París, quien también estuvo en el D2, confirmó que Rosa Gómez era violada repetidamente porque pudo verlo por la mirilla de la celda.
“Los de Rosa Gómez y París son testimonios claves, porque a ambos les tocó hacer tareas de limpieza, para lo cual les quitaron las vendas de los ojos”, explicó a Página/12 el abogado Salinas. Las violaciones y el abuso sexual que los represores cometieron en la última dictadura militar comenzaron a ser tratados como delitos de lesa humanidad recién el año pasado, ya que previamente fueron considerados hechos eventuales y, al no ser parte de un plan sistemático, la Justicia los consideró prescriptos. El primer fallo en establecer la violación como delito de lesa humanidad y tan imprescriptible como la tortura fue dictado en abril de 2010 por el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, que condenó a 11 años de prisión a Horacio Américo Barcos, un agente civil de Inteligencia de esa provincia. En la sentencia, los jueces consideraron que la violencia sexual que ejerció el represor también constituye una forma más de tormentos y, por ende, es un crimen contra la humanidad. Ese fallo fue seguido por otro similar en Mar del Plata, donde la Justicia condenó a prisión perpetua al ex subjefe de la Base Aérea local, Gregorio Rafael Molina, por homicidio agravado, violaciones reiteradas agravadas, privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados.
 

sábado, 15 de enero de 2011

BRASIL : EL ESTADO EJEMPLO PARA NUESTRA DERECHA...

NOTA EXTRAÍDA DE PÁGINA 12 EN SU EDICIÓN DEL 15/01/11
Graves denuncias de organizaciones de derechos humanos en Brasil

La policía de Río fusila en las favelas

Las entidades Justicia Global y Tortura Nunca Más, y cuatro organismos de derechos humanos locales condenaron lo que definen como ejecuciones sumarias y describieron “un clima de terror por cuenta de la ocupación policial”.

Por Gustavo Veiga
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Un agente brasileño de guardia en el Morro do Alemao, tras la ocupación policial.
Desde que irrumpieron los tanques en las favelas de Río de Janeiro, con el propósito de expulsar al narcotráfico, asoman dos comprobaciones de hierro: se extiende la certeza de que hubo graves violaciones a los derechos humanos en el Complejo de Alemao y la Vila Cruzeiro, y las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) van consolidando de a poquito su presencia en los morros que rodean la ciudad. Las entidades Justicia Global y Tortura Nunca Más, y cuatro organismos de derechos humanos locales, condenaron lo que definen como ejecuciones sumarias y describieron “un clima de terror por cuenta de la ocupación policial”. En junio de 2007 se produjeron 19 muertes en un operativo sobre el mismo escenario, según reconoció la Secretaría Especial de Derechos Humanos, que admitió varios fusilamientos. En noviembre pasado se relevaron 34 casos en una ofensiva de nuevo tipo: las fuerzas combinadas permanecen en las posiciones que ocuparon. Abandonaron las incursiones relámpago en aquellas barriadas pobres. “Hasta hoy no se sabe de forma precisa cuántas personas fueron muertas en operaciones policiales desde el día 22 de noviembre”, informa el documento firmado el 21 de diciembre, que ha tenido –según los denunciantes– casi nula divulgación en la prensa brasileña.
El “manifiesto público”, como lo llaman las organizaciones, detalla que desde el 28 de noviembre realizaron visitas a Alemao y Vila Cruzeiro, donde comprobaron una realidad bien distinta a la retratada por los medios. “Casos de tortura, amenazas de muerte, invasión de domicilio, lesiones, corrupción, robo, extorsión y humillaciones”, menciona la denuncia, además de “ejecuciones no registradas, ocultación de cadáveres y desapariciones”. Más adelante precisa que “para que se tenga una idea, en una favela del Complejo de Alemao, representantes de las organizaciones estuvieron en una casa completamente abandonada. El domingo 28 hubo una ejecución sumaria de un joven. Dos semanas después, la escena del homicidio permanecía de la misma manera, con la casa todavía revuelta y, al lado de la cama, intacto, un charco de sangre del niño muerto”.
El documento cuestiona al comandante de la Policía Militar de Río de Janeiro, el coronel Mario Sergio Duarte, quien declaró públicamente que tenía la orden de “barrer casa por casa” y recuerda que los diferentes gobiernos cariocas mantienen “calcada una misma visión que tiene por objeto tipificar como delito a la pobreza”. El gobernador estadual, Sergio Cabral, calificó como “un día histórico” el de la ocupación de las favelas. En cambio, el sociólogo Ignacio Cano, del Laboratorio de Análisis de Violencia de la Universidad Estadual de Río de Janeiro, es una de las voces críticas del operativo que movilizó a 3 mil efectivos: “Los militares tienen una función de defensa nacional y la confusión de su papel es peligrosa”, advirtió. Luego ironizó sobre qué hubiera pasado “si la policía entra casa por casa en Ipanema y Copacabana, barrios de clase media y alta de la zona sur de Río de Janeiro”.
El diputado Marcelo Freixo, del PSOL, una escisión por izquierda del gobernante PT, afirma que “tener sensación de seguridad es muy diferente a tener seguridad”. Según Amnistía Internacional, las denuncias del legislador contra el sicariato del narcotráfico pusieron en riesgo su vida. La organización denunció que hay pistoleros dispuestos a asesinarlo. Jair Krischke, del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos con sede en Porto Alegre, en declaraciones a Página/12 definió como “pura ironía que llamen al operativo Pacificación, cuando está compuesto por paracaidistas del ejército y policías militares. Y ahora, documentos confidenciales del Centro de Inteligencia del Ejército nos señalan que volvió el tráfico de drogas a la región. Cambió el modo de actuación de los traficantes. El informe apunta a que hombres armados mantienen una forma móvil de tráfico y utilizan moto-taxis, que trabajan como observadores de los movimientos de las tropas. También se utilizan señas y contraseñas para la venta de drogas. Con esto queda en evidencia el error de utilizar a los militares en una acción netamente policial”. El organismo de Krischke es uno de los que firmó el texto sobre los hechos violentos de Alemao y Vila Cruzeiro.
“Es un escándalo: equipos policiales de diferentes corporaciones, de diferentes batallones, se turnan en busca de dinero, joyas, drogas y armas que los delincuentes habrían dejado tras la fuga”, acusa el duro comunicado que, además, menciona la sospecha de una fuga protagonizada por varios jefes narcos facilitada por las fuerzas militares y policiales. Durante la ocupación de las favelas, los blindados M113 equipados con armamento de guerra eran conducidos por el ejército, mientras que las operaciones dentro del territorio tomado (ubicado al norte de Río) quedaron en manos de la Policía Militar. “Esta vez estamos entrando para ganar la guerra”, gritaban desde las garitas de los tanques los soldados que ingresaban a Alemao y Vila Cruzeiro.
Brasil, además de sus fuerzas armadas, cuenta con varias policías a nivel nacional y estadual. En 1978 también se creó el Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), que apareció en Río de Janeiro como una fuerza de elite. Su razón de ser: el incremento del narcotráfico. Ya en junio de 2007, el Complejo Alemao, un conjunto de trece favelas entre las casi mil que existen en la ciudad, había sido el escenario de un megaoperativo con 1400 policías armados para una guerra. Los 19 muertos de entonces quedaron cargados en la cuenta del gobierno de Lula, se precipitaron varias denuncias por violaciones a los derechos humanos y hubo un informe final de la Secretaría Especial de Derechos Humanos nacional que habló de asesinatos de personas desarmadas. La diferencia sustancial con los episodios de noviembre de 2010 es que las UPP todavía no habían sido creadas. Recién serían concebidas en 2008, después de un viaje del gobernador de Río de Janeiro a Colombia, donde visitó Bogotá y Medellín. Cabral regresó a su ciudad estimulado por el modelo que combinaba una fuerte presencia policial y obras de infraestructura necesarias para combatir al delito.
Ese cuerpo especial entró a las favelas para quedarse y combina represión con actividades sociales en el territorio. Tres millones de habitantes de los catorce que tiene Río viven allí. Las UPP intentan familiarizarse con sus habitantes, aunque las víctimas tienen una opinión bien distinta de la policía en general. Para Thereza Cristina Barbosa, madre de Rosangela Barbosa Alves, la niña de 14 años muerta de un disparo en pleno operativo mientras estudiaba, “el tiro que se coló en mi casa vino de abajo. Ahora mi hija está muerta y yo ni siquiera puedo velar su cadáver”, denunció en el periódico O Dia. Si el tiro vino de abajo, no vino de los morros, donde se refugiaban los criminales rodeados.
La política de seguridad para las favelas dejó de consistir en incursiones esporádicas a las alturas de Río dominadas por los narcos. El Estado ha empezado a establecerse allí donde antes imponían su ley el Comando Vermelho o sus circunstanciales y actuales aliados de la organización delictiva Amigos de los Amigos. Dio el primer paso para quedarse en esas barriadas tan pobres que olvidó durante décadas.
 

jueves, 13 de enero de 2011

SIGUEN DESCUBRIENDO CAMPOS DE EXPLOTACIÓN LABORAL

NOTA EXTRAÍDA DE PÁGINA 12 EN SU EDICIÓN DEL 13/01/11
Otro campamento con 101 peones en condiciones infrahumanas

La onda del verano en Arrecifes

El allanamiento se realizó en un campo de la empresa Satus Ager cerca de Arrecifes. Las situaciones son similares a los de otros campamentos de peones de la desfloración del maíz, hacinamiento, condiciones insalubres y mal pagos.

Por Tomás Lukin
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Por los allanamientos realizados en la zona, habían provisto baños químicos y bidones de agua potable.
Un nuevo campamento con 101 personas en condiciones de trabajo inhumanas fue descubierto en el establecimiento Doña Clementina, de la localidad bonaerense de Arrecifes. El campo es explotado por la empresa Satus Ager y es el segundo emprendimiento de la compañía dedicada a la exportación de semillas donde el Ministerio de Trabajo detectó asalariados sometidos a situaciones de extrema vulnerabilidad. Al momento de la fiscalización los operarios santiagueños se encontraban sin trabajar hacía dos días a la espera de la liquidación de sus jornales. Ninguno de ellos conocía cuánto ni cuándo iban a pagarles y tenían prohibido salir del campo. Vivían hacinados e incomunicados, sin corriente eléctrica y lugares aptos para el almacenamiento de alimentos. Sin embargo, en los últimos días, a partir de las investigaciones que lleva adelante la Justicia federal, la empresa había provisto al campo con baños químicos y bidones de agua potable.
“Muchos operarios se estaban aseando a la intemperie entre troncos caídos ayudados por baldes plásticos que, aunque no tenían ninguna inscripción, presuntamente eran envases de agroquímicos. Dormían en condiciones de hacinamiento total”, sostiene el informe realizado el martes por los inspectores de los ministerios de Trabajo de Nación y la provincia de Buenos Aires. Los 101 trabajadores provenientes en su mayoría de Santiago del Estero estaban dedicados a la desfloración del maíz.
El allanamiento de la estancia Doña Clementina perteneciente a Satus Ager fue ordenado por el juez federal Carlos Villafañe Ruzo en el marco de la causa por presunta violación a la Ley de Trata de Personas. El campo Doña Clementina se encuentra a 10 kilómetros de Arrecifes por la ruta 191 y desde allí son 9 kilómetros más por caminos rurales. Los inspectores, que estuvieron acompañados por la Policía Bonaerense, se sorprendieron por la existencia de siete baños químicos y bidones de agua potable. “Indagando sobre el tema con los obreros nos informaron que tanto los baños químicos como el agua habían sido provistos pocos días atrás, por los movimientos llevados a cabo en la zona por el mismo tema. Tampoco tienen corriente eléctrica ni lugares aptos para el abastecimiento de alimentos, observándose en algunos casos gran cantidad de moscas”, expresa el informe oficial.
Sobre los 101 trabajadores relevados, 35 no estaban registrados, en sintonía con el promedio nacional. “El trabajo digno no es solamente estar registrado. Los empresarios pueden estar realizando aportes por los trabajadores pero si no se respetan las condiciones de salud y seguridad es una tomada de pelo”, explicó a este diario el subsecretario de Fiscalización de la cartera laboral, Guillermo Alonso Navone. En ese sentido, en Trabajo advierten que si se prueba la existencia de riesgos para la salud o la seguridad de los trabajadores se pueden suspender las tareas y cerrar los establecimientos.
El titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, consideró ayer que la decisión del Gobierno de incluir dentro del debate sectorial las condiciones de trabajo “es embarrar la cancha”. Para el empresario tambero las situaciones de reducción a la servidumbre detectadas en las últimas semanas son hechos aislados que no están probados judicialmente: “Es un tema puntual que ni siquiera está demostrado judicialmente”.
A pesar de las declaraciones de Biolcati, el establecimiento Doña Clementina en Arrecifes es la segunda inspección en campos explotados por Satus Ager donde se detectaron trabajadores sometidos a condiciones inhumanas desde que Página/12 revelara el pasado 2 de enero la situación de 130 obreros en un campo arrendado por la multinacional cerealera Nidera en la localidad de San Pedro. El primero fue detectado en dos campos ubicados en Ramallo hace seis días. En la Estancia Santa Celestina, la empresa albergaba cerca de 150 personas, entre las que había al menos nueve menores, expuestas a las mismas condiciones de trabajo insalubres detectadas en Arrecifes. En el primer allanamiento el salario prometido, alrededor de 3 mil pesos, distaba significativamente de los 1300 pesos percibidos finalmente, cifra que se contrae todavía más por los descuentos por comida y distintos elementos de trabajo. En el operativo efectuado el martes los trabajadores se encontraban sin trabajar a la espera de la liquidación de sus jornales, aunque desconocían el monto que recibirían.
La empresa Satus Ager fue creada en 1996 y se dedica a la exportación de semillas de soja, maíz, trigo, sorgo y girasol en 20 milhectáreas ubicadas en la zona más rentable de la pampa húmeda. Entre sus directivos figuran Félix Manuel Cirio, ex subsecretario de Agricultura de Felipe Solá, Félix Lanusse, Miguel y Juan Zimmermann, Ricardo Javier Cardinale y Martín Jarmoluk.

martes, 11 de enero de 2011

EN EL 2010, EN NUESTRO PAÍS, FUERON ASESINADAS 260 MUJERES

NOTA EXTRAÍDA DE PÁGINA 12 DE LA EDICIÓN DEL 11/01/11
 En 2010, cada semana, cinco mujeres fueron asesinadas por hechos de violencia machista

El año en que crecieron los femicidios

Según el relevamiento de una ONG, hubo 260 crímenes de mujeres. En la mayoría están involucradas sus parejas. Es el 12,5 por ciento más que en 2009. Once mujeres murieron quemadas.

Por Mariana Carbajal
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Uno de los casos con más repercusión fue el de la joven Wanda Taddei.
Casi cinco mujeres por semana fueron asesinadas a lo largo de 2010 por el solo hecho de ser mujeres. La escalofriante seguidilla de femicidios ascendió el último año a 260, un 12,5 por ciento más que en 2009, de acuerdo con el relevamiento que lleva adelante el Area de Investigación de la Asociación Civil La Casa del Encuentro, en base a los casos publicados por agencias de noticias y 120 diarios de distribución nacional y provincial. En el 64 por ciento de los homicidios, el autor, acusado o sospechoso resultó ser el marido, novio o una ex pareja de la víctima. En 27 casos, la mujer había realizado denuncias contra el agresor por violencia machista y en otros seis casos, el victimario tenía una orden judicial que le prohibía acercarse a quien luego asesinaría. En lo que va de enero, ya se registraron otros cinco femicidios.
“El término femicidio es político: es la denuncia a la naturalización de la sociedad hacia la violencia sexista. El femicidio es una de las formas más extremas de la violencia hacia las mujeres, es el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad”, destacó Ada Beatriz Rico, directora general del Observatorio de Femicidios de la Sociedad Civil, desde donde vienen realizando hace ya varios años el dramático conteo de las muertes de mujeres que son asesinadas por ser mujeres, es decir, son casos que no tienen que ver con robos, secuestros u otras situaciones de “inseguridad” urbana.
El último hecho que cierra el extenso listado de femicidios de 2010 tuvo como víctima a Yanina Rojas, de 23 años. La joven vivía en la localidad bonaerense de Moreno. La asesinaron apuñalándola. Se investiga a su ex novio, Lucas Ariel Pa-ttul, de 21 años, de acuerdo con el informe del Observatorio. Pattul fue detenido. Yanina tenía una hija de 4 años, fruto de una relación anterior. El expediente judicial lo instruye la UFI Nº1 del Departamento Judicial de Mercedes con asiento en Moreno. Al parecer Pattul habría tenido intenciones de reanudar la relación y ante la negativa de ella, la habría atacado con un arma blanca, apuñalándola. Este caso no se publicó en ningún diario, pero en el Observatorio de Femicidios recibieron la información desde un portal de noticias de Moreno y luego la corroboraron.
En 2009 los femicidios llegaron a 231, recordó a este diario Fabiana Tuñez, de La Casa del Encuentro. Hoy, desde la ONG pedirán una audiencia a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para entregarle el informe completo de 2010, con los 260 hechos detallados, y acercarle algunas propuestas sobre políticas públicas que consideran necesarias para avanzar en la erradicación de la violencia de género.
Entre los femicidas o acusados de cometer alguno de los homicidios hay 17 integrantes de fuerzas de seguridad. Un tercio de los asesinatos ocurrieron en territorio bonaerense. Si se analiza el vínculo entre la víctima y el autor o acusado del hecho, se observa que en 95 hechos fue señalado el esposo, la pareja o novio, y en otros 72, un ex novio o ex marido. “Nos llamó la atención que en 26 hechos el imputado era el novio, y la víctima, en varios de esos casos, eran adolescentes de 14 a 19 años”, advirtió Rico. En 32 casos, el acusado fue un vecino o conocido, y en 10, el padre o padrastro.
Uno de los casos con más repercusión mediática del año fue el de la joven Wanda Taddei, de 29 años, esposa del baterista del grupo Callejeros, Eduardo Vázquez. La joven sufrió quemaduras en el 60 por ciento de su cuerpo. De acuerdo con los dichos de Vázquez, se trató de un accidente en medio de una discusión. Wanda estuvo internada 11 días: la mantuvieron en coma farmacológico para que soportara el dolor. Falleció el 21 de febrero. Vázquez, de 33 años, fue detenido como presunto responsable del hecho y posteriormente liberado. Finalmente, el 4 de noviembre, el baterista fue procesado con prisión preventiva como presunto autor del delito de homicidio agravado por el vínculo. La Cámara de Casación Penal tiene que resolver sobre su detención. Pero el caso, al parecer, “inspiró” a otros maridos violentos. Desde la muerte de Wanda, diez mujeres más murieron como consecuencia de graves quemaduras producidas en la mayoría de los casos por sus parejas o ex parejas y otras diez quedaron con graves heridas, de acuerdo con el informe del Observatorio. Muchísimas más, en tanto, fueron amenazadas por sus compañeros con ser quemadas, según refirieron diversas ONG que brindan ayuda a víctimas de violencia de género y que recibieron sus testimonios. En 2009, los femicidios por incineración habían sido siete, según el relevamiento del Observatorio.

domingo, 2 de enero de 2011

ESCLAVOS ARGENTINOS EN UNA TRANSNACIONAL

Nota extraída de Página 12 en la edición del 02/01/11 

El procedimiento realizado el 30 de diciembre en San Pedro ilustra de qué son capaces los mercados sin control. Nidera, transnacional granera que la AFIP denunció por evasión de 260 millones, tenía encerrados a 130 trabajadores del norte, adultos y adolescentes, que no sabían dónde estaban, no podían salir, no tenían luz ni agua y se les descontaba del salario en negro las provisiones que la empresa les vendía a precios alucinantes, incluyendo fideos gratuitos de los planes sociales de Scioli.

Por Horacio Verbitsky
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El campamento alojaba a 130 personas, pero la justicia considera que hay por lo menos un millar en las mismas condiciones, en otros campos próximos a San Pedro.
Una de las grandes traders exportadoras de productos agropecuarios, a la que el Estado Nacional investiga por evasión de impuestos, explotaba el trabajo esclavo de adultos y niños traídos desde provincias del norte. Los alojaba en trailers de chapa, en los que dormían hacinados de a veinte. La jornada laboral era de diez horas incluido el día de Navidad, bajo el rayo del sol, sin luz, sin agua potable salvo la que recibían en baldes. No podían salir de los límites de la propiedad en la que trabajaban ni conocían cuál sería su remuneración. La paga se difería para el último día del contrato informal, ya que no estaba registrado. Mientras, les descontaban todo lo que consumían a precios tan exorbitantes que nunca tenían un saldo favorable para cobrar. Les anotaban 80 pesos por una bolsa de papas, 65 por una de cebollas, 54 por un pollo, 17 por un atado de cigarrillos, ocho por un kilo de pan viejo y dos por recargar la batería del celular. También se hallaron fideos con la leyenda del ministerio de Desarrollo Social. Por un paquete, cuya venta está prohibida, los esclavos debían pagar 35 pesos. El titular de ese ministerio, Baldomero Alvarez de Oliveira, es el padrino político del ex intendente de San Pedro Julio Pángaro, quien este año fue designado secretario legal y técnico del ministerio de Justicia y Seguridad. También se encontraron alimentos vencidos. El único dinero que recibieron en las tres semanas transcurridas antes del allanamiento, fueron 12 pesos “para comprar pan dulce”. El ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango, dijo que los hechos descubiertos rozaban el crimen de lesa humanidad.

Un millar

El campamento alojaba a 130 personas, entre ellas unos 30 niños y adolescentes, pero la justicia considera que hay por lo menos un millar en las mismas condiciones, en otros campos próximos a San Pedro. Su representación sindical corresponde a la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores, Uatre, conducida por Gerónimo Venegas, fundador junto con José Luis Barrionuevo de la denominada CGT Azul y Blanca. Los delegados de Uatre recién llegaron al lugar una vez que el titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones N0 6 de San Nicolás, Rubén Darío Giagnorio, notificó al ministerio de Trabajo de la situación. El representante de Uatre en San Pedro, Cecilio Salazar es el líder local del peornismo opositor. Una de sus actividades más notorias ha sido el auspicio de Uatre al corredor de carreras de autos Pichi Iglesias, lo cual provocó críticas en un gremio de paupérrimos afiliados. A principios de diciembre, Giagnorio ordenó a la patrulla rural del Pueblo Doyle que rondara los campos de la zona en búsqueda de situaciones irregulares en la cosecha del maíz, que son habituales a esta altura del año, cuando son traídos trabajadores temporales desde el interior para desflorar maíz, una actividad que sólo se realiza en forma manual. Giagnorio dijo que lo hizo en aplicación de la política criminal determinada por el Ministerio Público Fiscal que él integra. El 20 de diciembre la patrulla le comunicó sus observaciones sobre la Estancia El Algarrobo, ubicada en el Paraje Beladrich, a pocos kilómetros de Santa Lucía, partido de San Pedro. Se trata de una finca de unas 1600 hectáreas, de las cuales 200 están arrendadas a Nidera. El acceso es dificultoso porque está a 12 km de la ruta más próxima. El miércoles 22 el fiscal solicitó una orden de allanamiento a la titular del Juzgado de Garantías N0 1 de San Nicolás, pero la jueza María Laura Vázquez se la negó, porque adujo que no había pruebas. Giagnorio prefirió que las patrullas rurales no se acercaran demasiado, para evitar que fueran advertidas y se levantaran los campamentos antes de que pudiera intervenir. Ante la negativa judicial comunicó su presunción a los ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires y a la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, del ministerio de Justicia de la Nación. El ministerio de Trabajo de la Provincia tiene el poder de policía en estos casos y el miércoles 29 se presentó para inspeccionar la situación detectada por el fiscal. Giagnorio participó como veedor. Como escribió en su mensaje del 31 de diciembre un cura que ejerce en Haití su opción por los pobres, hay lugares y personas que más que un año nuevo precisan una vida nueva. Éste es el doloroso contraste con la Argentina eufórica de consumo y placeres que desde la tarde del jueves colmó todas las rutas de salida de las grandes ciudades.

Reducción a la servidumbre

Al verificar la gravísima situación en que se encontraban los trabajadores, el fiscal inició actuaciones por reducción a la servidumbre y malversación de caudales públicos. En cambio no tiene competencia para investigar el delito de trata de personas. Sin mención al desempeño del fiscal Giagnorio, el ministerio de Trabajo provincial se atribuyó el mérito. Según el subsecretario de Trabajo Carlos Molina se trató de un procedimiento habitual en la tarea que habría ordenado el gobernador Daniel Scioli para detectar trabajo infantil y controlar las condiciones de seguridad del trabajo rural. Según esa dependencia, Nidera deberá pagar 5000 pesos de multa por cada trabajador no registrado. Entre los detenidos están los ingenieros de Nidera Nicolás Martínez Allende y Diego Carballo, dos capataces y tres encargados de la distribución de alimentos. El fiscal les tomó declaración y los puso en libertad mientras continúa la investigación.

Un campo de concentración

El médico Julio Caraballo, director de Bromatología de San Pedro, dijo a una radio local que las condiciones eran las de un campo de concentración, con dos agujeros en el suelo como baños, sólo aislados por una cortina cosida con bolsas de Nidera. También vio a un adolescente que se bañaba con agua acarreada en un recipiente de agrotóxicos. “Es para pasar de la indignación a las lágrimas”, dijo. La comida era suministrada por la distribuidora Comat S.A, del ex concejal radical de San Pedro Eugenio Abel González. Al mismo grupo pertenecen la Compañía Argentina de Recursos Humanos y Soluciones Agropecuarias, que prestan servicios de tercerización de personal no permanente para empresas agropecuarias. A Comat, Nidera le pagaba a 24 pesos por día por persona. Pero los precios que les cargaba a los trabajadores eran tan altos que siempre excedían el monto diario asignado. La diferencia se anotaba, para ser debitada del salario. Comat dijo que sólo era proveedora de alimentos secos y frescos a Nidera y que la acusación en su contra equivalía a responsabilizar a Coca-Cola por “la tragedia de Cromañón, porque proveía las gaseosas”. También negó haber suministrado los alimentos del programa de ayuda social del gobierno bonaerense que el fiscal secuestró en El Algarrobo. El reclutamiento de personas muy humildes se hizo en Santiago del Estero, con la promesa de trabajar en la cosecha del maíz en Buenos Aires “en la mejor empresa”, en condiciones laborales apropiadas y un buen salario. Un colectivo los trasladó en forma directa hasta la estancia, de la que una vez que ingresaron no se les permitió salir. Nidera les hizo saber que si alguien abandonaba el predio, toda la cuadrilla de trabajo que integraba sería devuelta a su pueblo sin pago. Consultado para esta nota el fiscal agregó que estas personas “ni sabían en qué lugar estaban”. Giagnorio pasó el 31 de diciembre de la mañana a la noche en la estancia, completando el sumario. El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación se encargó de llevar a los trabajadores hasta sus pueblos de origen, donde quedarán a cargo de las autoridades provinciales. El mismo fiscal allanó hace poco varios prostíbulos de la zona, en los que también encontró leche de las partidas gratuitas que distribuye el gobierno bonaerense.

Empresa líder

Nidera es una compañía transnacional, líder en el mercado argentino de semillas y uno de los mayores exportadores de aceites, de cereales y de oleaginosas. Su participación ronda el 10 por ciento del total de las exportaciones argentinas de esos productos. En 1996, fue la primera que obtuvo autorización para liberar al consumo humano y animal la soja transgénica resistente al glifosato, durante la gestión como secretario de agricultura del ingeniero Felipe Carlos Solá. Tiene tres centros semilleros, en Venado Tuerto (maíz), Chacabuco (girasol) y Miramar (trigo y maíz). Creada hace noventa años por comerciantes de granos de los Países Bajos, su nombre surge de la combinación de las iniciales de los grandes mercados cerealeros en los que actuaba entonces: Holanda (Netherlands) India, Alemania (Deutschland), Inglaterra (England), Rusia y la Argentina, donde Nidera Argentina se instaló en 1929. También comercializa insumos agrícolas, opera en fletes marítimos y produce fertilizantes, herbicidas y fungicidas. Posee terminales portuarios propios en Rosario, Quequén y Bahía Blanca. En 2010 fue el sexto exportador de granos (detrás de Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus y Toeper) y el séptimo en los de subproductos y aceites (detrás de Cargill, Bunge, AGD, Dreyfus, Molinos y Vicentín). Nidera es la empresa líder en los mercados de semillas de soja y de girasol, está en segundo lugar en el de maíz y en el tercero en el de trigo. También opera una sociedad de garantías recíprocas, que financia siembras de sus clientes por medio de fideicomisos. Como no informa sobre volúmenes de negocios ni cotiza en bolsa, esos rankings ayudan a evaluar en forma aproximada su facturación. Según el ranking publicado hace seis meses por la revista Mercado, en 2009 Nidera Argentina facturó 3500 millones de pesos y ocupa el puesto 47 entre la cúpula de las empresas que más venden. La Escuela de Estadísticas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Rosario estima que los salarios pagados por Nidera representan el 1,54 por ciento de esa facturación. La redacción de esta nota entre el viernes 31 y el sábado 1 dificultó la obtención de mayores precisiones.

Nidera en Acción

El presidente de Nidera global, Martín Mayer Wolf, de una de las familias fundadoras, es uno de los sostenedores de Accion International, una organización privada sin fines de lucro, cuya misión es ayudar a la gente a salir de la pobreza a través de su propio trabajo. “Al proporcionar microcréditos, capacitación empresarial y otros servicios financieros a hombres y mujeres pobres que inician sus propios negocios, ayuda a estas personas a alcanzar un nivel en la escala económica, con dignidad y orgullo”, informa en su documento “El negocio de luchar contra la pobreza”. Entre los accionistas minoritarios de Nidera Argentina está Rolgra Inversora SA, empresa presidida por Raúl Simón Loeb, presidente de la Cámara de Comercio Argentina para el Sudeste Asiático, vicepresidente de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-China, y cónsul honorario de Singapur y de Sri Lanka. El presidente de Nidera Argentina, Ricardo López Mayorga organiza concursos que otorgan premios a alumnos de escuelas agrotécnicas, estimulándolos a cuidar el suelo y utilizarlo en forma racional. En septiembre, la AFIP anunció que estaba investigando por evasión impositiva a cuatro de las mayores exportadoras de granos. Sus nombres se fueron conociendo en forma gradual: Bunge, Cargill, Molinos Ríos de La Plata y Nidera. En este último caso, la AFIP estima la evasión en 260 millones de pesos entre 2005 y 2009.
Entrevista: Adrián Vigna.
 

REPORTAJE A ALBERTO SILEONI,MINISTRO DE EDUCACIÓN

 Nota extraída de Página 12, edición del 02/01/11

"Hay que mejorar la calidad educativa”
Admite que la Argentina no tuvo buenos resultados en la prueba internacional, pero asegura que la calidad también debe medirse a través de políticas sociales y que se están tomando las medidas adecuadas para mejorar. Paritarias, ausentismo y AUH.
 Por Nora Veiras
Alberto Sileoni conoce todos los vericuetos del Palacio Sarmiento. Fue viceministro de Daniel Filmus y de Juan Carlos Tedesco. En julio del año pasado se convirtió en el tercer ministro de Educación del kirchnerismo. En diálogo con Página/12 destacó que se llegó al 6,4 por ciento del Producto Bruto Interno de inversión en educación y explicó que la única forma de revertir los pobres resultados en la prueba internacional (PISA) de rendimiento de alumnos de 15 años es seguir priorizando la educación. “Corea obtiene los mejores resultados porque hace cuarenta años que decidieron apostar a la educación.” Rescató el impacto de la Asignación Universal por Hijo que permitió el regreso a las aulas de 150 mil a 200 mil chicos y confía en que se llegará a un acuerdo salarial con los gremios docentes en la primera quincena de febrero.
–¿Cómo se analiza la decisión política de apostar a la educación y la dificultad de que esto se refleje en resultados de calidad?
–Nosotros en algún sentido discutimos el concepto de calidad cuando se refiere exclusivamente a rendimiento de los alumnos. Creemos que los resultados de la PISA son insatisfactorios, que tenemos que mejorar. Pero creemos que la calidad se construye con otros elementos también: salarios docentes, construcción de escuelas, distribución de 35 millones de libros, de 3 millones de netbooks, vamos a terminar alrededor de 1700 escuelas. Es inevitablemente una educación de mayor calidad la que tiene un chico con un libro y no con una fotocopia, es de mejor calidad lo que les está ocurriendo a 400 mil chicos que están en las nuevas escuelas que hemos inaugurado. Asignación Universal por Hijo, generación de 4,5 millones de empleos, hay una serie de medidas sociales que van construyendo condiciones para que junto con otras intervenciones específicamente pedagógicas lleguemos a mejorar la calidad.
–Ahora, en promedio, entre 2000 y 2009 se bajó veinte puntos...
–Si bien se ve un descenso de la calidad, en comprensión lectora en 2000 obtuvimos 418 puntos; en 2006, 374 y en 2009 subimos a 398. ¿Estamos bien? No, no estamos bien pero fuimos junto con Colombia el país que más recuperamos –24 puntos–. Por eso me parece que no son de buena fe algunas interpretaciones que no contemplan que estamos mejorando. Llegamos a 6,4 puntos del PBI, este proceso lo empezamos en 2003. Corea hace cuarenta años decidió apostar a la educación, si en 1975 se la hubiera medido, seguramente no iba a estar en el lugar que está hoy. No quiero negar la realidad, tenemos que mejorar la calidad educativa pero también estamos tomando las medidas para que esa calidad educativa empiece a mejorar.
–Los resultados resultan más preocupantes cuando se desagrega por regiones, y el nordeste aparece con indicadores promedio muy bajos...
–Apuntás a una referencia que tiene doscientos años de explicación en la historia argentina, formamos parte de un federalismo débil, que estamos tratando de mejorar no sólo con medidas educativas sino con obra pública. Hay cinco provincias que concentran el 80 por ciento de la inversión. No nos llama la atención que en términos regionales esté mejor la zona de Cuyo que el norte grande. Esto se resuelve con inversión. Me parece que la peor de las conclusiones que uno puede sacar es para qué seguir invirtiendo si todavía no se ven resultados.
–¿Tienen datos precisos a esta altura del año de la cantidad de chicos que regesaron a la escuela a partir de la Asignación Universal por Hijo?
–Tenemos una hipótesis firme de que son entre 150 mil y 200 mil chicos recuperados. Fundamentalmente secundarios, algunos en sala de 5 y menos en educación primaria, donde la cobertura es muy amplia. Tenemos un informe de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata que arroja historias muy interesantes: que a partir de la asignación, una madre dijo “le pudo poner leche al mate cocido”, hay otras que muestran mayor participación de los padres en las escuelas. Son medidas que van generando condiciones para que los chicos de los sectores más populares puedan ir a la escuela con mayor igualdad de oportunidades.
–¿La escuela cómo recibe a esos chicos/as que se fueron y vuelven?
–Estamos trabajando también paralelamente con la reforma de la secundaria. El 17 de febrero pasado la Presidenta lanzó una serie de medidas de reforma de la secundaria, entre ellas lo que llamamos dotar a las escuelas de recursos financieros para que realicen planes de mejora que tienen que ver fundamentalmente con la posibilidad de retener más alumnos, de incorporar tutores. El tema es cambiar institucionalmente la escuela, que haya más adultos tiempo completo que puedan seguir la biografía de los pibes, que puedan asistirlos a los chicos en el momento en que están más frágiles: la evaluación. Hemos hecho sondeos y nos muestran que muchos chicos han asistido más a los exámenes de diciembre, que en algunas escuelas se notó menos fracaso en los exámenes. ¿Qué pasa cuando en una familia de sectores no pobres un pibe empieza a tener problemas en la escuela? Le ponemos un profesor particular. Esto los sectores pobres no pueden hacerlo, ahí tiene que estar el Estado con profesores que los acompañen.
–¿Se avanzó en la posibilidad de que la Asignación Universal se extienda a familias que tienen a sus hijos en escuelas privadas gratuitas o de muy baja cuota?
–Las condicionalidades por ahora siguen igual. La Presidenta decidió estudiar muy bien el caso. La decisión final va a contemplar la mayor cantidad de casos en relación con que aquellos que la necesitan la obtengan.
–El ausentismo de los alumnos es uno de los problemas del secundario pero el ausentismo docente no le va en zaga, ¿se está estudiando alguna solución?
–La verdad es que es un problema. Hemos generado un trabajo en el seno del Consejo Federal. Estamos en una etapa de registro del problema. Hay algunas provincias que han avanzado con alguna solución que tiene que ver con algún tipo de bonificación salarial, presentismo. Tenemos que encontrar, junto con los gremios, algún tipo de criterio que permita disminuir el ausentismo. Es un problema regional, en reuniones con ministros del Mercosur lo vemos. Este año ha sido el de más clases en diez años. Una gran cantidad, dieciocho provincias, llegaron a los 180 días, otras que no llegaron están en 178/179.
–¿Cuándo va a haber resultados en la paritaria docente?
–Tuvimos varias reuniones, nos pareció prematuro tirar cifras. Pensamos que sería bueno llegar a un acuerdo en los primeros diez días de febrero, para eso quedamos en volver a juntarnos en la última semana de enero. Chubut, Neuquén y Salta ya arreglaron. El aumento rondó el 20 por ciento. Hay una actitud abierta de los gremios. Soy optimista.