Premio Nobel de Economía elogió a la Argentina
El ganador del máximo galardón en el año 2001 y ex directivo del FMI, Joseph Stiglitz habló del modelo argentino.
El premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, elogió hoy a la Argentina por sus estrategias para salir de la crisis financiera que explotó en 2001, pero advirtió que ahora enfrenta, como muchos países emergentes, "el desafío de controlar la inflación en un mundo en recesión".
Advirtió también que los países emergentes, entre ellos la Argentina, "tienen que diversificar su estructura productiva y fortalecer la demanda interna" para defenderse de la crisis de los países centrales. El economista heterodoxo consideró que los países emergentes atraviesan un "tiempo muy difícil" para llevar adelante la tarea de controlar la suba de precios porque se experimentan shocks negativos de demanda y shocks inflacionarios externos.
"No hay una forma sencilla para atravesar ambos desafíos. El foco excesivo de los bancos centrales en controlar la inflación es un error, pero también es un error ignorar el fenómeno", dijo el economista al matutino Página/12. Dijo que la estabilidad financiera, el crecimiento y el empleo también tienen que formar parte de los objetivos de las políticas impulsadas por los Bancos Centrales y advirtió que "la baja inflación no asegura el crecimiento sostenido".
En Europa, la preocupación del Banco Central por los aumentos de precios es uno de los factores que debilita la economía, indicó el economista. Y agregó que por su parte Brasil logró crecer, pero su enfoque excesivo en la inflación ha dado como resultado tasas de interés muy elevadas, entre las más altas del mundo.
Sostuvo que en las economías centrales la mejor forma de resolver el problema de deuda es "con mayor gasto" y remarcó: "La austeridad va en la dirección contraria; es una visión equivocada, es la misma receta que aplicó el FMI en la Argentina". "Sabemos lo que pasa: la economía se desacelera, luego entra en recesión y finalmente termina con una depresión.
Sin crecimiento no es posible salir de la crisis. Cuanto más se demore el resultado político mayores serán la inestabilidad y los costos", señaló. En cambio, "los países como Argentina, Brasil y China desplegaron muy buenas políticas macroeconómicas; comprendieron la importancia de un estímulo keynesiano bien diseñado para apuntalar la economía y garantizar que el desempleo no se dispare", indicó.
Advirtió también que los países emergentes, entre ellos la Argentina, "tienen que diversificar su estructura productiva y fortalecer la demanda interna" para defenderse de la crisis de los países centrales. El economista heterodoxo consideró que los países emergentes atraviesan un "tiempo muy difícil" para llevar adelante la tarea de controlar la suba de precios porque se experimentan shocks negativos de demanda y shocks inflacionarios externos.
"No hay una forma sencilla para atravesar ambos desafíos. El foco excesivo de los bancos centrales en controlar la inflación es un error, pero también es un error ignorar el fenómeno", dijo el economista al matutino Página/12. Dijo que la estabilidad financiera, el crecimiento y el empleo también tienen que formar parte de los objetivos de las políticas impulsadas por los Bancos Centrales y advirtió que "la baja inflación no asegura el crecimiento sostenido".
En Europa, la preocupación del Banco Central por los aumentos de precios es uno de los factores que debilita la economía, indicó el economista. Y agregó que por su parte Brasil logró crecer, pero su enfoque excesivo en la inflación ha dado como resultado tasas de interés muy elevadas, entre las más altas del mundo.
Sostuvo que en las economías centrales la mejor forma de resolver el problema de deuda es "con mayor gasto" y remarcó: "La austeridad va en la dirección contraria; es una visión equivocada, es la misma receta que aplicó el FMI en la Argentina". "Sabemos lo que pasa: la economía se desacelera, luego entra en recesión y finalmente termina con una depresión.
Sin crecimiento no es posible salir de la crisis. Cuanto más se demore el resultado político mayores serán la inestabilidad y los costos", señaló. En cambio, "los países como Argentina, Brasil y China desplegaron muy buenas políticas macroeconómicas; comprendieron la importancia de un estímulo keynesiano bien diseñado para apuntalar la economía y garantizar que el desempleo no se dispare", indicó.
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